En el planteamiento del modelo de negocio con miras de que sea sostenible se propone en primera medida que el contenedor de la bebida sea vítreo, descartando así el PET y sus derivados por dos razones, la primera por ser un empaque de un solo o mínimo uso y la segunda porque el tipo de plástico biodegradable que hay en el mercado para los envases contenedores de bebidas naturales a base de frutas solo se degradan en condiciones específicas al contener mezclas de materiales que no se pueden utilizar en la industria del reciclaje; mientras que el vidrio se recicla al 100% independientemente de los colores con que estén hechos.
Ya con la decisión definitiva del tipo de envase que se empleará, se decide realizar un proceso de negocio sostenible teniendo en cuenta que Murungüa es un producto natural de consumo diario por el público objetivo, por lo que al tener una alta demanda se presenta la opción al usuario de poder recargar sus envases cada vez que lo requiera y así reutilizar el empaque primario, minimizando costos de producción y desperdicios, pero sobre todo poder ofrecerle al público objetivo un precio más asequible para pueda consumirlo con regularidad. Lo anterior obedece también al modo en que se la bebida se exhibirá en góndola, que será de manera individual y en tipo six-pack, esto último con el fin de que el consumidor pueda llevar de manera cómoda y segura los envases a los puntos de recarga.
Para el sistema de recarga se pensó en hacer alianzas estratégicas de venta con marcas como Nativos o Cosechas, para así llevar a cabo dicho proceso en sus instalaciones y poder tener una gran cobertura. Por otro lado, a manera de incentivo y de control de vida útil del empaque secundario(six-pack), se propone un sistema de registro sobre este, para así contabilizar el consumo de cada cliente, que al tener un máximo de 15 registros obtendría un reemplazo del empaque secundario.
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